Argentina enfrenta el agujero de ozono más grande desde 2015
Es el más extenso desde 2015 y se ha extendido sobre la Antártida y Sudamérica.
Según informes del Servicio Meteorológico Nacional, un agujero gigante en la capa de ozono se ha ubicado sobre Argentina, convirtiéndose en el más extenso desde 2015. Esta situación ha alertado a las autoridades y especialistas en medio ambiente sobre los posibles efectos en la salud y el aumento de los rayos ultravioleta.
¿Qué fue lo que causó el agujero en Argentina?
El agujero de ozono es causado por el adelgazamiento de la capa de ozono sobre la Antártida durante la primavera y el verano, y en ocasiones puede extenderse hacia Sudamérica, especialmente en el sur de Argentina y Chile. Según Cindy Fernández, comunicadora del Servicio Meteorológico Nacional, existe la sospecha de que este agujero de ozono sea el más grande desde 2015.
Se espera que a principios de octubre el agujero avance nuevamente sobre el territorio argentino, aunque esto aún no ha sido confirmado. Ante esta situación, es importante recordar la necesidad de tomar precauciones y protegerse de los rayos ultravioleta, utilizando sombrero, gafas de sol y protector solar.
La presencia de un agujero de ozono significa una reducción de la protección que brinda la capa de ozono contra los dañinos rayos ultravioleta del sol, aumentando así el riesgo de daños para las personas. Los valores mínimos de la columna de ozono en julio y agosto han sido inferiores al promedio, pero ahora están volviendo a valores más típicos a medida que aumenta el área del agujero.
¿Qué dicen los expertos de este agujero de ozono?
Los expertos del Servicio de Vigilancia de la Atmósfera de Copernicus señalan que el inusual inicio de la temporada de agujeros de ozono para este año podría estar relacionado con el aumento de vapor de agua proveniente de la erupción del volcán Hunga Tonga entre diciembre de 2021 y enero de 2022. Estas sustancias que agotan la capa de ozono tienen principalmente un origen humano y se emitieron a partir de la década de 1960.
Aunque desde la adopción del Protocolo de Montreal en 1987 se han tomado medidas para reducir las emisiones, las sustancias que afectan la capa de ozono permanecerán en la atmósfera durante décadas. Sin embargo, se espera que en 50 años las concentraciones vuelvan a los niveles preindustriales y no se experimenten más agujeros de ozono.
El director del Servicio de Vigilancia de la Atmósfera de Copernicus, Vincent-Henri Peuch, destacó la importancia de la tecnología actual para monitorear y evaluar los factores que influyen en el desarrollo de los agujeros de ozono. El seguimiento detallado continuará hasta que el agujero de ozono de 2023 se disuelva a finales de noviembre o diciembre.
Con el objetivo de proteger la salud de las personas y preservar el medio ambiente, es fundamental seguir tomando medidas para reducir las emisiones y promover prácticas sostenibles en todos los ámbitos de la sociedad. El cuidado de la capa de ozono es responsabilidad de todos.