¡Descubre cómo bajar la fiebre y tratarla correctamente!
Es importante conocer cómo bajar la fiebre y tratarla adecuadamente para garantizar el bienestar y la salud
La fiebre es un mecanismo de defensa del cuerpo ante diferentes agentes externos y no una enfermedad en sí misma. Según la Clínica de la Universidad de Navarra en España, más del 90% de los casos de fiebre son causados por infecciones virales.
Para prevenir enfermedades que pueden dar lugar a fiebre, es importante adoptar hábitos saludables, como lavarse las manos con frecuencia, especialmente después de ir al baño y antes de comer.
También es recomendable limitar la exposición a multitudes, así como cocinar y almacenar los alimentos de manera adecuada para evitar intoxicaciones alimentarias. Además, mantener las vacunas al día según la edad.
¿Qué es la fiebre y cómo tratarla?
La fiebre se considera cuando la temperatura corporal medida con un termómetro es igual o superior a 37,8 grados. Algunos de los síntomas relacionados con la fiebre incluyen sudoración, escalofríos, temblores, dolor de cabeza, dolores musculares, pérdida de apetito, irritabilidad, deshidratación y debilidad general.
Según especialistas de la Clínica Cleveland de Estados Unidos, si la fiebre es leve (inferior a 38,3 grados), generalmente no es necesario administrar medicamentos. En cambio, se recomienda tomar abundante líquido y descansar. Tomar un baño con agua tibia a 36,7 grados también puede ayudar a reducir la temperatura corporal. Es importante prestar atención a signos de deshidratación y otros síntomas que indiquen un empeoramiento del cuadro.
¿Cuándo debes acudir al médico si persiste la fiebre?
La duración de la fiebre depende de su causa. Por lo general, si es causada por una infección, debería desaparecer en tres o cuatro días. Sin embargo, se debe consultar al médico si la fiebre persiste más tiempo o si se producen cambios en la respiración.
Es importante destacar que la fiebre raramente es peligrosa, a menos que supere los 42,2°C, lo cual ocurre en casos poco frecuentes. No siempre las temperaturas más elevadas indican mayor gravedad de la enfermedad que la causa.