¿Eres mujer y tienes grasa en las caderas? Entonces tu cerebro está protegido
Esa grasita de más acumulada en nalgas o brazos de mujeres, puede tener mucho más beneficio del imaginado.
Esto reveló una investigación liderada por la Asociación Estadounidense de Diabetes, la cual resalta que la grasa subcutánea que acumulan las mujeres en zonas como glúteos, brazos y caderas, protege al sistema contra la inflamación del cerebro.
En muchas ocasiones las mujeres se han preocupado por esos kilos de más que presentan en estas zonas del cuerpo, pero en realidad, lo que indica la ciencia es que no necesariamente hay que tener un abdomen marcado y muy bien tonificado para encontrarse sano. En el caso de las damas, esos kilitos de más que se encuentran acumulados, juegan un papel trascendental en el organismo.
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Contar con algo de reserva de grasa en estas zonas podría ayudar a disminuir las probabilidades de sufrir demencia o cualquier accidente cerebrovascular. Según el estudio, este fenómeno únicamente favorece al organismo de las mujeres.
"El almacenamiento preferencial de energía en el tejido adiposo subcutáneo (SAT) confiere protección contra la fisiopatología inducida por la obesidad en las mujeres. Las hembras también exhiben respuestas inmunológicas distintas, en relación con los machos", se explica en la investigación.
Los hombres, una historia distinta
Los machos, por el contrario, acumulan dicha grasa en las zonas cercanas a la cavidad abdominal, la cual se denomina adiposidad visceral. El exceso de esta puede provocar mayor riesgo de inflamación y a su vez, aumentar la probabilidad de padecer inconvenientes cardiacos y accidentes cerebrovasculares.
Conclusiones del estudio
Los expertos realizaron la investigación con ratones hembra y machos y determinaron que el efecto de esa grasa subcutánea es totalmente opuesto en cada uno. Cuando los ratones macho aumentaban de peso comiendo alimentos con abundante grasa, lo que subía era su grasa visceral y menos su grasa subcutánea, a diferencia de las hembras.
La investigación también determinó que esa pérdida de grasa subcutánea luego de una liposucción generó el aumento en la inflamación del cerebro en las hembras.
"Cuando eliminamos la grasa subcutánea de la ecuación, de repente los cerebros de las mujeres empezaron a mostrar la misma inflamación que los cerebros masculinos, y las mujeres ganaron más grasa visceral. En cierto modo, todo se desvió hacia ese otro lugar de almacenamiento. La transición se produjo en unos tres meses, lo que equivale a varios años en tiempo humano", explicó Alexis Stranahan, líder del estudio publicado en la Revista científica "Diabetes".
Otra de las grandes conclusiones del estudio corresponde a que el índice de masa corporal (IMC), que divide el peso por la estatura y se usa de manera regular para hablar de sobrepeso, obesidad y riesgo de padecer enfermedades, muy seguramente no sea una herramienta tan significativa o específica.
El estudio propone como alternativa "más fácil y precisa" para hablar de riesgo metabólico y de salud cerebral, "el cociente cintura-cadera, también fácil de calcular. No podemos limitarnos a decir obesidad. Tenemos que empezar a hablar de dónde está la grasa. Ese es el elemento crítico", puntualizó el científico.