¿Qué son los "obesógenos"? Esas sustancias que nos engordan incluso sin comer
Se trata de los obesógenos, sustancias químicas presentes en el ambiente que pueden desempeñar un papel en el desarrollo de la obesidad.
Cuando hablamos de obesidad y sobrepeso, generalmente pensamos en la comida poco saludable y la falta de actividad física. Sin embargo, existe un factor poco conocido pero omnipresente que podría estar contribuyendo al aumento de peso, incluso en aquellos que llevan una vida saludable.
¿Qué son esas sustancias químicas llamadas obesógenos?
Se trata de los "obesógenos", compuestos químicos presentes en nuestro entorno que han demostrado tener un papel en el desarrollo de sobrepeso y obesidad en la población.
Estos obesógenos pueden provocar un aumento en la masa del tejido adiposo blanco o grasa corporal, ya sea a través de la ingesta, el contacto o la inhalación de aire contaminado.
Hasta el momento, alrededor de 50 productos químicos han sido catalogados como obesógenos o posibles obesógenos. Estas sustancias no causan obesidad por sí solas, pero promueven el exceso de peso a través de diferentes mecanismos.
Por ejemplo, favorecen la proliferación y diferenciación de adipocitos, las células encargadas de acumular grasa. Esto puede contribuir a la obesidad y enfermedades metabólicas relacionadas a través de la inflamación y el estrés oxidativo, que a su vez pueden provocar la acumulación de glucosa y ácidos grasos en órganos como el hígado.
¿Cómo afectan los obesógenos?
Además, estos compuestos pueden afectar la microbiota intestinal, compuesta por millones de bacterias que regulan la absorción de lípidos y otras funciones esenciales para la salud. Su deterioro puede llevar a enfermedades metabólicas como la diabetes tipo 2 y la obesidad.
Se ha determinado que las etapas más vulnerables a los efectos de los obesógenos son el desarrollo fetal y la primera infancia, cuando el crecimiento es rápido y coordinado. La alteración de este proceso puede tener un impacto en la salud a largo plazo, según la Hipótesis de los Orígenes de la Salud y Enfermedad en el Desarrollo (DOHaD, por sus siglas en inglés).
Esta hipótesis postula que el entorno durante el desarrollo temprano de una persona puede provocar cambios fisiológicos que la vuelven más susceptible a ciertas enfermedades a lo largo de su vida.
La exposición a estos compuestos tóxicos durante momentos críticos del desarrollo puede promover cambios epigenéticos, es decir, modificaciones en el ADN que no alteran su secuencia. Esto puede cambiar la expresión de los genes y, por lo tanto, las funciones de las células, aumentando la susceptibilidad de desarrollar obesidad y otras enfermedades metabólicas.
Es importante tomar conciencia de la presencia de obesógenos en nuestro entorno y tomar medidas para minimizar su exposición. Además, se necesitan más investigaciones y regulaciones para proteger la salud de la población contra estos compuestos.