¡Pilas! Alimentos no recomendados para bebés menores de 1 año
Algunos son difíciles de tragar o de digerir, mientras que otros pueden causar malestar o problemas digestivos en los bebés.
A partir del primer año de vida, los niños pueden comenzar a comer una variedad de alimentos como carne, pescado, verduras y frutas, sin embargo, hay ciertos alimentos que deben evitarse en la dieta de los bebés menores de un año debido a que pueden ser difíciles de tragar o digerir, o porque el sistema digestivo del bebé aún no está completamente desarrollado.
Es importante tener en cuenta que no todos los bebés tienen el mismo nivel de desarrollo digestivo, por lo que se recomienda que los padres consulten con su pediatra para evaluar si la alimentación de su bebé menor de 12 meses es adecuada.
Los alimentos que se deben evitar en bebés menores de un año
1. Sal: los bebés no necesitan consumir sal en exceso, ya que su paladar no está acostumbrado a ella. El exceso de sal podría sobrecargar sus riñones.
2. Alimentos azucarados: no es recomendable ofrecer alimentos altos en azúcar a los bebés, ya que no necesitan este tipo de alimentos y no les benefician. La leche y los zumos de frutas ya contienen azúcar de forma natural, por lo que no es necesario añadir más.
3. Leche y productos lácteos: Hasta el primer año de vida, los bebés deben consumir leche materna o fórmula de continuación, ya que la leche de vaca o cabra no proporciona los nutrientes necesarios para su desarrollo. Además, las grasas y proteínas de la leche de vaca pueden ser difíciles de digerir y absorber para los bebés.
¿Por qué los bebés no deben comer miel?
4. Miel: la miel no se recomienda para bebés menores de un año, ya que puede irritar su estómago, además puede causar el botulismo del lactante que se caracteriza por debilidad muscular y presenta síntomas como dificultad en la succión llanto débil, estreñimiento y falta de tono muscular. La bacteria Clostridium se encuentra comúnmente en la miel, por lo que se ha establecido una prohibición en su consumo para los bebés menores de un año.
5. Huevos: algunos bebés pueden ser alérgicos al huevo antes del primer año de vida. Se recomienda comenzar introduciendo la yema y, a partir del primer año, incluir la clara. Si no hay antecedentes de alergias en la familia, se pueden ofrecer huevos a los bebés.
6. Mariscos y pescados crudos: el consumo de mariscos y pescados crudos puede provocar reacciones alérgicas en algunos bebés, manifestándose mediante vómitos, diarrea o manchas en la piel.
7. Legumbres: las legumbres pueden aumentar el movimiento intestinal, lo cual podría favorecer la aparición de diarrea en los bebés. A partir de los 10 meses, se pueden ofrecer en cantidades moderadas y en forma de puré.
8. Frutas rojas: las fresas, frambuesas y arándanos pueden favorecer reacciones alérgicas en algunos casos.
9. Frutos secos: las nueces, almendras, cacahuetes y otros frutos secos no se recomiendan antes del primer año de vida debido a posibles alergias. Si hay antecedentes familiares de alergia a los frutos secos, es necesario esperar hasta los 2 años de edad.
10. Alimentos que representen un riesgo de atragantamiento: alimentos como uvas, cerezas, caramelos, palomitas, aceitunas y nueces deben evitarse en bebés, ya que representan un riesgo de atragantamiento debido a su forma.
Es importante tener paciencia, observar al bebé y usar el sentido común al planificar su alimentación. Además de vigilar los alimentos que consume, también es crucial controlar la cantidad de comida. Acostumbrar al bebé a grandes porciones de comida podría favorecer el sobrepeso u obesidad en el futuro.
Es fundamental tener en cuenta la capacidad del estómago del bebé y ofrecer preparaciones de alta calidad y variedad, en lugar de enfocarse únicamente en la cantidad.