Consejos de expertos para mejorar el comportamiento de sus hijos

En la crianza de los hijos, es normal encontrarse con momentos en los que los niños pueden tener rabietas, arrebatos emocionales y un comportamiento considerado "malo" o inesperado. Sin embargo, hay diversas acciones que los padres pueden tomar para influir positivamente en el comportamiento de sus hijos. 

Las causas del comportamiento negativo en los niños pueden ser variadas. Pueden incluir factores biológicos, como el hambre o el cansancio excesivo. También pueden estar relacionadas con problemas de comunicación debido a dificultades de aprendizaje.  

A veces, los niños no pueden manejar o expresar adecuadamente sus emociones, lo que puede llevar a comportamientos inadecuados. Además, el entorno en el que se desenvuelve el niño también puede influir en su comportamiento. 

Lo que debe tener en cuenta para conocer el comportamiento de sus hijos  

Es importante tener en cuenta que el comportamiento normal de un niño depende de su edad, personalidad y desarrollo físico y emocional. Lo que es considerado como un comportamiento apropiado puede variar según las expectativas de la familia y la sociedad en general.  

Por esta razón, conocer las expectativas típicas para cada etapa del desarrollo de su hijo puede ser de gran ayuda para determinar si su comportamiento es normal o si necesita intervención. 

Aunque ningún niño es perfecto, existen estrategias que los padres pueden implementar para cambiar el comportamiento negativo de sus hijos. En primer lugar, es importante mantener la consistencia en las recompensas y los castigos. 

Los niños tienden a continuar con un comportamiento cuando se les recompensa por ello, y tienden a dejar de hacerlo cuando son ignorados. Además, es fundamental evitar recompensar o castigar el mismo comportamiento de manera inconsistente, ya que esto puede confundir a los niños. 

¿Qué hacer en un “mal” comportamiento de sus hijos?  

Cuando se enfrenta a un comportamiento problemático por parte de su hijo, existen tres opciones para los padres. En primer lugar, es posible que el comportamiento sea considerado normal debido a la edad y la etapa de desarrollo del niño. En este caso, no es necesario tomar ninguna medida adicional.  

En segundo lugar, se puede intentar detener el comportamiento negativo ignorándolo o aplicando un castigo adecuado. Y por último, se puede enseñar y reforzar un nuevo comportamiento deseado, premiando al niño por su buena conducta. 

Uno de los métodos más efectivos para detener el comportamiento no deseado es utilizar el método del tiempo fuera. Consiste en elegir un lugar tranquilo y libre de distracciones, como una silla o un rincón, donde el niño pueda reflexionar sobre su comportamiento.  

Es importante explicarle al niño que su comportamiento es inaceptable y advertirle que será puesto en tiempo fuera si no detiene su conducta negativa. El tiempo de espera debe ser breve, generalmente de un minuto por cada año de edad del niño.  

Durante este tiempo, el niño debe permanecer a la vista o al alcance del oído, pero sin que los padres interactúen con él. Una vez finalizado el tiempo de espera, se debe permitir que el niño salga del área de tiempo fuera. Es importante recordar no discutir sobre el mal comportamiento, pero buscar oportunidades para recompensar y reforzar conductas positivas más adelante. 

Para fomentar un nuevo comportamiento deseado, se pueden utilizar sistemas de recompensas. Esto implica que los niños aprendan que el buen comportamiento es recompensado, mientras que el mal comportamiento tiene consecuencias negativas. Es recomendable elegir uno o dos comportamientos específicos que se deseen cambiar y establecer una recompensa que sea atractiva para el niño.  

Al explicar al niño el comportamiento deseado y la recompensa asociada, se debe ser claro y conciso. Es importante solicitar el comportamiento deseado solo una vez y recompensar al niño si cumple con lo solicitado. Este sistema puede tardar algunas semanas o incluso meses en surtir efecto, por lo que la paciencia es fundamental. 

Además de estas estrategias, los padres pueden establecer reglas claras, realizar rutinas y rituales, y brindar afecto y atención positiva a sus hijos. Tener expectativas realistas y aceptar la personalidad única de cada niño también es crucial en la crianza.  

Sin embargo, es fundamental recordar que cada niño es diferente y puede haber situaciones en las que el comportamiento problemático pueda indicar la presencia de trastornos del desarrollo, como el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) o el trastorno del espectro autista (TEA). En estos casos, es recomendable buscar la orientación y el apoyo de profesionales especializados.