¡Toma nota! ¿Cómo conservar el queso en la nevera para evitar que se dañe?
La clave para mantener el queso fresco por más tiempo y evitar que se endurezca, está en la temperatura que tiene la nevera.
En Colombia y en diferentes partes del mundo, el queso es uno de los alimentos derivados de la leche más populares. Se encuentra fácilmente en supermercados de barrio y almacenes de cadena. Existen diversos tipos de quesos, siendo los más comunes de color blanco amarillo.
¿De dónde proviene el queso y cómo se originó?
El queso es un ingrediente versátil que se puede acompañar con distintos alimentos a lo largo del día. Puede ser disfrutado con pan, huevos o tostadas en el desayuno, como parte del almuerzo o incluso en la cena.
Es considerado un alimento básico en la dieta de muchas personas, al igual que el arroz, la sal y el azúcar.
Según el portal Askora, el queso se elabora a partir de la leche cuajada de vaca, cabra, oveja u otros mamíferos. Los distintos estilos y sabores del queso son el resultado del uso de diferentes especies de bacterias y mohos, así como de los niveles de nata en la leche y los tratamientos durante su elaboración. Muchos quesos están asociados a una zona geográfica específica, lo cual se busca proteger mediante denominaciones de origen.
¿Cómo evitar que se dañe el queso en la nevera?
La leche de vaca es la más utilizada en la fabricación de quesos debido a su alto nivel de producción. Los quesos elaborados con leche vacuna son originarios de diversas zonas, como las llanuras del norte de Europa, los Alpes, los Pirineos o la Cordillera Cantábrica. Actualmente, la producción de estos quesos se ha extendido a nivel mundial, utilizando leche proveniente de granjas lecheras.
En los almacenes de cadena, se pueden encontrar quesos frescos, curados, cremosos, verdes o azules, entre otros. Cada queso tiene un sabor característico y su elección es personal y variada.
Según Gastronomía, la temperatura a la que se debe guardar el queso varía según su tipo. En el caso de los quesos frescos, como el queso blanco amarillo comúnmente conocido, se recomienda mantenerlo a una temperatura de entre 2°C y 4°C. Estas bajas temperaturas ayudan a conservar su textura suave y cremosa, evitando que se endurezca rápidamente.
Por otro lado, los quesos curados, cremosos, verdes o azules requieren de una temperatura ligeramente más alta, entre 4°C y 6°C. Estas variedades de queso tienden a tener una mayor cantidad de humedad y grasa, por lo que es importante encontrar un equilibrio entre una adecuada refrigeración y evitar la acumulación de humedad excesiva.
Esta nota fue realizada con la ayuda de Inteligencia Artificial.
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