Cómo pasar una linda navidad si estás solo y tienes a tu familia lejos
Aunque esta época del año está tan relacionada con el compartir, la compañía y la familia, algunas personas deben pasar las fiestas solos.
La navidad, el año nuevo y todas las fiestas decembrinas suelen ser la excusa perfecta, en Colombia y en el mundo, para pasar tiempo de calidad con la familia y los amigos, brindar obsequios llenos de amor, bailar, cantar y hasta rezar en compañía.
Pero ¿Qué tan viable es pasar las fiestas navideñas y disfrutarlas si estamos solos y lejos de nuestras familias? Aquí te damos algunos consejos.
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Lo primero que podemos aconsejarte es que asumas tu realidad con tranquilidad, estás lejos por temas laborales o personales y lo importante es que seas consciente de que en las fiestas no tendrás a tu familia a tu lado, pero no todo es malo en la soledad.
Un segundo paso, si el estrés y la nostalgia inundan tu mente, es crear canales de comunicación con quienes amas, puedes hacer una videollamada o escribirles un mensaje para que recuerdes que, aunque los extrañes, ellos sienten lo mismo por ti y el cariño no se termina con la distancia.
Recuerda que estos momentos a solas también pueden ser oportunidades para encontrarnos con nosotros mismos, celebra contigo mismo, haz todo aquello que harías acompañado porque son tradiciones que te gustan mucho como comer en la mesa con velas, pedir deseos cuando se lleguen las doce o llevar a cabo cualquier ‘agüero’ en el que creas.
La energía, tiempo y dinero que muchas veces invertimos en las demás personas con el fin de tener un detalle alegre o fortalecer las relaciones también los podemos invertir en nosotros mismos, darnos un valor que, muy probablemente, no nos damos en nuestra rutina diaria.
Recuerda también que muchas de las creencias sobre la soledad han sido impuestas con presión social que la relacionan con sentimientos negativos. Pero no tiene que ser de esa forma necesariamente.
Lo mismo sucede con el valor que se les dan a las fiestas que suele generar sentimientos más fuertes que en cualquier otro día del año o de incluso la vida, pero recuerda que el día lo hacemos especial nosotros mismos, no necesariamente nuestro entorno.