¿Por qué hay que tomar sopa? No solo quita el frío, estos son los beneficios
El consumo de sopa va más allá de combatir el frío, entre los beneficios se encuentran controlar el peso y mejorar las defensas.
La sopa de la abuela ha sido considerada tradicionalmente un remedio para los enfermos, pero más allá de su efecto reconfortante, la ciencia ha demostrado que consumir este plato tiene numerosos beneficios para la salud.
¿Cuáles son todos los beneficios que tiene tomar sopa regularmente?
En un artículo publicado en El Huffington Post se recopilan las mejores razones respaldadas por investigaciones científicas para incluir la sopa en nuestra alimentación.
Una de las ventajas más destacadas es su capacidad para ayudar a controlar el peso. Según un estudio de la Universidad de Iowa en Estados Unidos, consumir alimentos líquidos como la sopa proporciona una sensación de saciedad, lo que lleva a comer menos en las siguientes comidas. Además, la sopa suele ser el plato que abre la comida, lo que puede llevar a reducir las raciones de los siguientes platos y, posiblemente, evitar el consumo de postre.
En países con bajos índices de obesidad, como Japón, la sopa líquida está muy presente en la dieta, mientras que en aquellos con altos índices de sobrepeso es menos habitual.
La sopa también es ideal para personas mayores que tienen dificultades para masticar y corren mayor riesgo de deshidratación. Este plato proporciona hidratación y no requiere masticación, además de permitir la inclusión de vegetales en forma de caldo y agregar diferentes tipos de pasta para hacerlo más atractivo para los más pequeños.
Además, la temperatura alta de la sopa favorece la ingesta lenta, lo que tiene beneficios como un menor consumo calórico y menos problemas digestivos, según la nutricionista Gabriela Gottau.
Estudios científicos revelan los efectos positivos de consumir sopa
Un clásico como la sopa de pollo también cuenta con respaldo científico. Según un estudio de la Universidad de Nebraska en Estados Unidos, se ha demostrado que este caldo inhibe el movimiento de los glóbulos blancos, evitando la inflamación de los conductos afectados por un resfriado común.
Los investigadores no pudieron determinar los ingredientes exactos responsables de estos efectos, pero los componentes analizados incluían pollo, cebolla, batata, zanahoria, chirivía, nabo, apio, perejil, sal y pimienta.
Otra cuestión relacionada con la sopa de pollo es su efecto protector en las vías nasales. Según un informe del doctor Murray Grossan, esta sopa mejora las habilidades protectoras de los cilios nasales, que impiden la entrada de agentes contagiosos.
Asimismo, el caldo de pollo contiene cistina, un aminoácido que, al ser liberado durante la cocción, puede tener propiedades similares a la acetilcisteína, un medicamento recetado para enfermedades respiratorias, según el doctor Irwin Ziment de la Universidad de California.
Otro beneficio de la sopa es su capacidad para reducir la presión arterial. La mayoría de las sopas están compuestas por cereales y vegetales que proporcionan potasio, favoreciendo una buena presión sanguínea.
Además, la tendencia del "souping" ha surgido como una alternativa al "juicing", ya que consume caldos desintoxicantes que ayudan a eliminar impurezas internas y externas del organismo.
Por último, un estudio realizado en la Universidad Muhimbili de Salud y Ciencias Afines en Tanzania sugiere que la sopa de pulpo, llamada "supu ya pweza", podría aumentar la potencia sexual masculina. Rico en minerales, vitaminas y Omega 3, este caldo podría tener efectos positivos en la salud.
En conclusión, la sopa no solo ayuda a combatir el frío, sino que cuenta con múltiples beneficios respaldados por la ciencia. Desde el control de peso hasta el apoyo a la salud respiratoria y el potencial aumento de la potencia sexual masculina, incluir la sopa en nuestra dieta puede ser una opción saludable y deliciosa.