Conoce las técnicas eficaces para hacer eructar a tu bebé
Conoce las posturas ideales para lograr que tu bebé eructe sin problemas.
En la alimentación de los bebés, el proceso de eructar juega un papel fundamental. Los eructos permiten expulsar el aire que los pequeños suelen tragar mientras se alimentan, evitando así posibles molestias como el reflujo o los gases.
Es importante mencionar que, si el bebé sufre de cólico del lactante, lo cual se caracteriza por tres o más horas diarias de llantos continuos, es probable que tenga gases debido a la ingestión excesiva de aire durante los episodios de llanto. En estos casos, se aconseja consultar con el pediatra antes de administrarle gotas antigases.
A medida que el bebé crece, es normal que no eructe después de cada toma, ya que aprende a comer sin tragar tanto aire. Por otro lado, si el bebé se despierta por gases durante la noche, hacerlo eructar puede ayudarle a volver a conciliar el sueño.
Estas son las mejores posiciones para lograr el eructo en los bebés
Según expertos, una forma común de hacer eructar a un bebé es dando palmaditas suaves repetidas en la espalda. Se recomienda colocar la mano en forma de copa para que sea más suave para el bebé. Si deseas evitar manchas en la ropa, puedes colocar una toallita o babero bajo la barbilla del bebé o sobre tu hombro.
Es importante probar diferentes posturas para encontrar la más cómoda tanto para el bebé como para el cuidador. Algunos métodos populares incluyen sentar al bebé en el regazo o sobre las rodillas, apoyando su barbilla en la palma mientras se le da palmaditas en la espalda. Otra opción es colocar al bebé boca abajo sobre el regazo, sosteniendo su cabeza y dándole suaves palmaditas.
Recomendaciones especiales para lograr una alimentación perfecta en los bebés
Además, se sugiere mantener al bebé en una posición erguida durante 10 a 15 minutos después de la alimentación para prevenir el reflujo de la leche. Sin embargo, no es motivo de preocupación si el bebé regurgita ocasionalmente, ya que suele molestar más a los padres que al propio bebé.
En cuanto a la frecuencia de los eructos, se sugiere hacerlo cada 2 a 3 onzas (de 60 a 90 ml) de leche si se le alimenta con biberón, o cada vez que se cambie de pecho si se les amamanta. Si el bebé no eructa en unos minutos, se recomienda cambiar de postura e intentar hacerlo eructar nuevamente antes de continuar con la alimentación.
Estas técnicas efectivas ofrecen diversas opciones para lograrlo, brindando a los padres la posibilidad de asegurar una alimentación tranquila y sin contratiempos para sus pequeños. Recuerda consultar siempre con un especialista en pediatría para obtener recomendaciones personalizadas para tu bebé.