La ausencia de esta vitamina podría causar los “fuegos” en la boca
Los síntomas del herpes labial pueden variar según si es el primer brote o una reaparición.
Un reciente informe revela que la falta de vitamina en el organismo puede estar relacionada con la aparición de llagas dolorosas y molestas conocidas como herpes labial, también llamado herpes febril.
Según el Instituto Nacional de Investigaciones Dentales y Craneofaciales de Estados Unidos, las calenturas labiales son pequeñas ampollas llenas de líquido que se forman alrededor de los labios. Estas son causadas por una infección con el virus del herpes simple, principalmente el tipo 1 o VHS-1.
Esta es la vitamina que hace falta cuando salen fuegos en la boca
Mayo Clinic, una reconocida entidad sin ánimo de lucro especializada en investigación y práctica clínica, señala que los síntomas del herpes labial pueden variar según si es el primer brote o una reaparición. En el caso del primer brote, los síntomas pueden aparecer hasta 20 días después de la exposición inicial al virus.
De acuerdo con los especialistas, las llagas pueden durar varios días y las ampollas pueden tardar de dos a tres semanas en curarse completamente. En los brotes recurrentes, las ampollas suelen aparecer en el mismo lugar y son menos graves que en el primer brote.
Si bien las calenturas labiales generalmente desaparecen por sí solas sin necesidad de tratamiento, existen medicamentos antivirales que pueden recetarse para controlar los síntomas y no permitir que avancen. Estos medicamentos pueden aplicarse como cremas tópicas o tomarse por vía oral.
¿Por qué se producen los fuegos en la boca?
Es importante tener en cuenta que la falta de vitamina B12 en el cuerpo puede estar relacionada con la recurrencia de los brotes. Por lo tanto, es fundamental mantener una dieta balanceada y asegurar la ingesta adecuada de vitaminas para fortalecer el sistema inmunológico y prevenir la aparición de estas molestas llagas.
Por último, recuerda que si experimentas brotes recurrentes de herpes labial, es recomendable consultar a un médico para obtener un diagnóstico preciso y recibir el tratamiento apropiado. Evitar el contacto directo con las llagas y mantener una buena higiene bucal también son medidas que pueden ayudar a prevenir su propagación.