18 años sin Jaime Garzón, el hombre que hizo reír y llorar a Colombia
Un día cómo hoy en 1999, el periodista, fue asesinado en Bogotá después de recibir una advertencia de una semana para salir del país.
"Mañana me matan" le dijo Jaime a Mery Garzón, su maquilladora, horas antes de ser víctima de seis impactos de bala perpetuados por sicarios que cumplieron con su objetivo aquel gris agosto de 1999, apagar su luz.
Jaime Garzón siempre fue un hombre de risas, recuerdan muchos de sus allegados que desde muy niño se las arreglaba para imitar voces de personajes reconocidos de la vida pública y así poder jugar unas cuantas bromas.
Tal vez su legado más importante y por lo que se ganó el cariño de los colombianos, fue aprender a reírse de sí mismo y enseñar a los ciudadanos a reírse de sus propias desgracias, en una época en la que el país vivía varios episodios de violencia y corrupción en el Gobierno.
Cada fin de semana, el imperdible noticiero satírico 'Quac' era sintonizado en miles de televisores de los hogares combianos para disfrutar que legendarios personajes como: Dioselina Tibaná, Godofredo Cínico Caspa, Néstor Elí o Emerson de Francisco.
Usó su incalculable talento para representar a cada uno de los personajes de la idiosincrasia nacional y cantarle unas cuántas verdades a protagonistas de la vida política.
Jaime lograba transformaciones camaleónicas para encarnar desde una empleada doméstica hasta el presidente de la República, pasando por un reportero, celador, policía, guerrillero, entre muchos más.
Pero fue Heriberto de la Calle, un embolador que lustraba los zapatos de los personajes más reconocidos de la vida pública en Colombia, de quién los colombianos se enamorarían.
Siempre fue cercano a la gente, entendía las inconformidades del pueblo colombiano y se las transmitía a los dueños del poder logrando que todos se rieran de ello.
Además de su papel como humorista crítico de la sociedad colombiana, a Jaime también le interesaba la paz del país, por lo que varias veces intercedió en labores humanitarias. De hecho en una ocasión, el mismo Nobel de literatura, Gabriel García Márquez, fue víctima de sus ocurrencias, cuando lo llamó haciéndose pasar por el presidente César Gaviria para invitarlo a ser partícipe del proceso de paz con las Farc.
Con esto logró la incomodidad de varios políticos y grandes mentes criminales, como la de Carlos Castaño, su más férreo enemigo y quien, según varios testimonios de amigos de Jaime, lo llamó en varias ocasiones para amenazarlo de muerte.
Una de las pocas y últimas entrevistas que dió, se la concedió al programa 'Yo José Gabriel'. Jaime habló de su vida personal y pública, evadió varias preguntas con algún chiste y cantó junto a César Mora 'Canela', una canción cuya letra resultó profética: "Quiero morirme de manera singular, quiero un adios de carnaval" cantó el humorista en aquella ocasión.
Su muerte sin duda es uno de los episodios más tristes en la historia nacional, y hasta el día de hoy, los colombianos no olvidan la sonrisa de Jaime Gazón, esa que como buen colombiano, llevó mucha alegría a un país al que en muchas ocasiones no le resulta tan fácil reír.