Mateo Carvajal usó vestido de su novia para jugar con su hijo

Luego de varias semanas sin verse, Mateo Carvajal volvió a sentir la alegría en su corazón al poderse reencontrar con su hijo, el pequeño Salvador. Y no es para menos, pues juntos siempre pasan momentos inolvidables.  

En sus historias de Instagram el deportista e influenciador mostró cómo se estaba preparado para este encuentro lleno de amor, pero también dejó ver la alegría que le da a su hijo cada vez que sabe que se va a volver a ver con su papá.  

Vale la pena destacar que Salvador siempre ha tenido que estar de una ciudad a otra porque sus padres, la presentadora Melina Ramírez y Mateo Carvajal ya no tienen una relación de amor y es esta razón la que hace que el pequeño deba visitar a su papá en tiempos acordados con su expareja. En varios videos, Mateo Carvajal mostró, primero la llama que le hizo a su hijo para contarle que estaba feliz de volverlo a ver. Se puede ver a Salvador muy emocionado y dichoso de verse con él.  

Los momentos más tiernos entre Mateo Carvajal y su hijo 

Luego, en el avión, ya juntos se ve que todo con su papá es alegría y que el niño se divierte mucho cuando está a su lado. Los gritos y las risas fueron protagonistas. Pero más adelante el influenciador mostró una petición que hizo su hijo para poder jugar.  

 

 

 

 

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Salvador le pide a su papá que se disfrace para poder jugar, y Mateo Carvajal como no tenía nada a la mano decidió usar un vestido de su novia Stephanie Ruíz de color azul y además muy elegante para meterse en un personaje un poco inventado y así jugar con su hijo.  

Mateo Carvajal se vistió de mujer para jugar con su hijo  

En el siguiente video, Mateo Carvajal se muestra con el vestido, pero además con una máscara y una espada y ahí sí su hijo entendió que debía vencerlo porque su papá ya estaba en un personaje desconocido del juego que el pequeño se inventó.  

Mateo Carvajal dejó claro y además les aconsejó a los papás que siempre que sus hijos les pidan disfrazarse para algo y no tengan nada a la mano, un vestido de su pareja lo resuelve todo.