¿Por qué los atletas muerden sus medallas olímpicas? La historia detrás
En los Juegos Olímpicos de París 2024, la costumbre de morder las medallas ha cobrado una nueva dimensión.
Colombianos que ganaron medallas en los Juegos Olímpicos 2024. (Foto Dimitar Dilkoff / Punit Paranjpe / AFP)
Cada cuatro años, los Juegos Olímpicos no solo celebran el espíritu deportivo y la excelencia atlética, sino también una tradición curiosa y fotogénica: el acto de morder las medallas en el podio. Este gesto emblemático, que se ha convertido en un símbolo de victoria, tiene una historia fascinante que va más allá de su apariencia.
Orígenes históricos de morder las medallas
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La tradición de morder medallas se remonta a tiempos antiguos cuando los mercaderes mordían monedas de oro para verificar su autenticidad. El oro, siendo un metal blando, dejaba marcas evidentes si era falso o estaba mezclado con otros metales.
Aunque hoy las medallas olímpicas de oro están compuestas principalmente de plata recubierta con una fina capa de oro, el acto de morderlas mantiene su esencia simbólica. Al hacerlo, los atletas no solo celebran su victoria, sino que también buscan capturar un momento icónico.
El auge de esta tradición en los Juegos de París 2024
En los Juegos Olímpicos de París 2024, esta costumbre ha cobrado una nueva dimensión. En una era digital donde las redes sociales juegan un papel crucial en la difusión de imágenes y videos, el gesto de morder la medalla se ha convertido en una forma de conectar con los seguidores y destacar los logros de manera memorable. Las imágenes de los atletas mordiendo sus medallas se vuelven virales, creando momentos que resuenan en la memoria colectiva y amplificando la celebración de sus victorias.
Un gesto simbólico en la era digital
La vigencia de esta tradición puede atribuirse a la combinación de su simbolismo histórico y su relevancia en la era digital. Mientras que el gesto remite a la autenticidad y el valor del oro, hoy en día también responde a la necesidad de crear momentos visualmente impactantes y compartibles. Los fotógrafos, conscientes de la importancia de estos instantes, a menudo solicitan a los atletas que muestren este gesto, sabiendo que capturará la esencia de la celebración y resonará en todo el mundo.
En el contexto actual, morder la medalla se ha convertido en una especie de "marca personal" para muchos atletas, convirtiendo un simple acto en un símbolo perdurable de orgullo y triunfo. Así, en los Juegos Olímpicos de París 2024, este gesto sigue siendo un componente vital de la celebración olímpica, uniendo tradición y modernidad en un momento de gloria compartida.
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