¿Cómo mejorar la calidad del sueño en la tercera edad? 6 tips infalibles
Dormir mal en la tercera edad puede afectar la salud física y mental de los adultos mayores.
A medida que envejecemos, conciliar un sueño profundo se convierte en un desafío mayor. (Foto Freepik)
El significado de un sueño reparador se refleja en la forma en que encaramos la vida día a día. Desde la actitud matutina hasta la productividad, el sueño impacta nuestra salud física y mental. Pero, ¿cómo logramos un descanso adecuado? ¿Cuántas horas son las ideales? Descubre los mejores consejos para mejorar el sueño en adultos.
¿Por qué es importante dormir y descansar bien en la tercera edad?
Indiferentemente de la edad, un sueño reparador se traduce en beneficios asombrosos para la salud. Sin embargo, conforme envejecemos, conciliar el sueño puede volverse más desafiante.
A medida que envejecemos, conciliar un sueño profundo se convierte en un desafío mayor. Factores como medicamentos, enfermedades neurológicas o dolores crónicos pueden contribuir al insomnio en adultos mayores.
Estudios han vinculado el buen descanso con una mayor concentración, memoria y una actitud positiva. La falta de sueño, por el contrario, puede resultar en estrés, fatiga crónica, depresión e incluso problemas cardiovasculares.
Consejos que te ayudarán a dormir mejor si eres adulto mayor
Mejorar los hábitos del sueño es factible si se adoptan ciertas prácticas antes de ir a la cama. Si las noches se convierten en un obstáculo para tu bienestar, buscar orientación médica es crucial. Mientras tanto, aquí algunos consejos útiles:
- Establece un horario regular para dormir y despertar, incluso los fines de semana.
- Evita usar el teléfono como despertador para no perturbar el sueño con la luz azul.
- Deja que entre algo de luz natural en la habitación por la mañana.
Una alimentación adecuada antes de dormir es fundamental para evitar sensaciones de pesadez, reflujo o problemas digestivos que podrían afectar el sueño. Opta por comidas ligeras y en porciones moderadas.
Si disfrutas de una siesta durante la tarde, limita su duración a unos 20-30 minutos alrededor de las 2:00 o 3:00 p.m. Evita siestas más largas para no perturbar el sueño nocturno.
Incorporar actividades relajantes antes de dormir, como leer, bañarse, escribir, escuchar música o meditar, ayuda a despejar la mente y reducir el estrés acumulado durante el día.
Además del insomnio, existen otros trastornos del sueño como el Síndrome de las piernas inquietas, Narcolepsia y Apnea del sueño, que pueden surgir con el paso de los años.
Adoptar hábitos de vida saludables, como el ejercicio regular y una alimentación consciente, complementan la calidad del sueño. Recuerda, más que la cantidad, es la calidad del sueño lo que realmente importa.
Aprovecha estas recomendaciones para establecer una rutina de sueño saludable y disfrutar de un descanso reparador y revitalizante. Tu bienestar está en tus manos.
Esta nota fue realizada con la ayuda de Inteligencia Artificial.
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