¿Cómo saber si un lunar es peligroso?
La detección temprana puede ser clave para un diagnóstico y tratamiento exitoso.
¿Cómo evitar que los lunares se vuelvan malignos? Foto de Austin Wade en Unsplash.
Cada año, miles de personas son diagnosticadas con cáncer de piel, y uno de los factores de riesgo son los lunares. Estas pequeñas manchas marrones que aparecen en la piel pueden ser benignas o malignas, por lo que es importante saber cómo identificar si representan un peligro para nuestra salud.
Los lunares son acumulaciones de melanina, células pigmentadas, que pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo. Generalmente, surgen durante la niñez y la adolescencia, y se estima que una persona promedio tiene entre 35 y 50 lunares.
La genética y otros factores que influyen en la aparición de lunares
Sin embargo, algunas personas tienen una predisposición genética a desarrollar un mayor número de lunares. Además, factores ambientales como la exposición a la radiación solar, quemarse con facilidad, tener la piel y los ojos claros, o ser pelirrojo también pueden influir en su aparición. Para estas personas, es recomendable visitar regularmente al dermatólogo para revisar y asegurarse de que sus lunares son benignos o detectar cualquier cambio sospechoso.
Es importante destacar que los lunares pueden cambiar de aspecto con el tiempo, ya que también envejecen. Los cambios hormonales durante la adolescencia y el embarazo pueden hacer que los lunares se vuelvan más oscuros y más grandes.
Aunque es fundamental controlar y revisar los lunares y manchas pigmentadas para detectar el cáncer de piel, la mayoría de los lunares son inofensivos. En raras ocasiones, pueden volverse cancerosos.
¿Cómo saber si un lunar es peligroso?
Para saber si un lunar se ha convertido en un melanoma maligno (lunar canceroso) existen diversos factores como la asimetría, la coloración heterogénea, como sombras marrones o negras, o incluso manchas rosadas o rojizas dentro de él. Si el diámetro del lunar es mayor a 6 milímetros.
Es importante estar atentos a los lunares que cambien en tamaño, forma, color o altura, especialmente si se vuelven negros. También es importante prestar atención a síntomas como picazón o sangrado.
¿Cómo evitar que los lunares se vuelvan malignos?
Evitar la exposición solar excesiva y utilizar protector solar con un factor de protección superior a 15 es la mejor forma de prevenir el cáncer de piel y evitar que los lunares se vuelvan malignos.
Es fundamental que los lunares presentes desde el nacimiento, conocidos como nevus congénitos, con un tamaño superior a 10 centímetros, así como los nevus clínicamente atípicos, sean revisados por un dermatólogo al menos una vez al año, o si presentan algún cambio en forma, color o tamaño.
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