¿Cuándo es necesario sacar las muelas del juicio? Esto dicen los expertos
Las también conocidas como cordales, pueden generar molestias que requieren atención odontológica en algunos casos.
Las muelas del juicio son piezas que pueden presentarse en la edad adulta. ()
Las muelas del juicio, también conocidas como cordales, son piezas dentales que suelen presentarse durante la edad adulta. Según expertos, pueden generar molestias que requieren atención odontológica en algunos casos.
Según un informe publicado por la Clínica Mayo, institución médica de Estados Unidos, existen ciertos factores que deben tenerse en cuenta antes de decidir extraer una cordal. El odontólogo Thomas J. Salinas, explica que si las cordales son piezas dentales sanas, han crecido por completo, tienen la posición adecuada y se pueden limpiar con facilidad, no es necesario sacarlas.
¿En qué casos deben sacarse las muelas del juicio?
Sin embargo, en muchos casos las muelas de juicio no tienen suficiente espacio para crecer correctamente, lo que puede ocasionar problemas, ya que en ocasiones, tienden a crecer en diferentes ángulos de la mandíbula, incluso de forma horizontal.
También existe la posibilidad de que se oculten y queden completamente escondidas en las encías y retenidas en la mandíbula, lo que aumenta el riesgo de infecciones e incluso la aparición de quistes que dañan las raíces de otros dientes y el hueso de apoyo.
Además, existe el riesgo de que las muelas de juicio emerjan parcialmente de la encía y creen un pasaje que acumula bacterias causantes de enfermedades de las encías e infecciones orales. Asimismo, pueden amontonarse con los dientes cercanos y afectar la mordida.
Expertos explican cuándo deben sacarse las cordales
La Clínica Mayo señala que las muelas de juicio retenidas que causan dolor u otras complicaciones suelen ser extraídas, inclusive aquellas que no generan síntomas también pueden ser recomendadas para evitar problemas futuros.
Entre los síntomas más comunes asociados a las cordales retenidas se encuentran enrojecimiento y edema de las encías, sangrado, dolor en la mandíbula, mal aliento, dolores en la boca, sabor desagradable en la lengua y dificultad para abrir la boca correctamente.
La fuente médica recomienda que, aunque no se puede prevenir la retención de las cordales, se pueden tomar precauciones para evitar complicaciones. Visitar al dentista regularmente para limpiezas y controles cada seis meses es fundamental, ya que con radiografías dentales se puede detectar la retención de un cordón antes de que se manifiesten síntomas.
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