Esta gran mancha apunta a la Tierra con posibles erupciones solares
En las últimas semanas se ha registrado una intensa actividad solar, con dos erupciones solares de máxima intensidad.
Intensa actividad solar registrada en las últimas semanas. (Foro: Freepik)
Una intensa actividad solar se ha registrado en las últimas semanas, según las fotos proporcionadas por la NASA. Dos erupciones solares de máxima intensidad fueron registradas el viernes 31 de mayo y el sábado 1 de junio.
Intensa actividad solar registrada en las últimas semanas: dos erupciones solares de máxima intensidad
Ambos eventos, calificados en el nivel de máxima intensidad, no presentaron eyecciones de masa coronal (CME, por sus siglas en inglés), las cuales son conocidas por tener los mayores efectos sobre la atmósfera terrestre cuando ocurren.
La primera erupción solar ocurrió el viernes 31 de mayo a las 22:03 UTC y fue calificada con un nivel X1.1. Mientras que la segunda erupción solar se registró el sábado 1 de junio a las 8:48 UTC y alcanzó una intensidad de X1.3. El prefijo X se emplea para clasificar las llamaradas solares de máxima intensidad emitidas por el Sol, mientras que el número proporciona información sobre la fuerza del evento, donde valores más altos indican una mayor potencia del fenómeno eruptivo.
Ambas erupciones solares se originaron en la gigantesca región de manchas solares 3697, previamente denominada como 3664, la misma que ha sido responsable de varias llamaradas clase X y ha generado una de las tormentas geomagnéticas más grandes en dos décadas. Cabe destacar que la mancha 3697 se encuentra en dirección hacia la Tierra, lo que indica que los dos eventos mencionados, así como otros que puedan ocurrir en las próximas horas, podrían tener efectos sobre nuestro planeta.
¿A qué se deben las fuertes llamaradas solares de los últimos meses?
Recordemos que a mediados de mayo, la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA) informó sobre una serie de fuertes llamaradas solares y eyecciones de masa coronal, destacando una clasificada en el nivel X8.7, la más alta registrada en muchos años. Esta intensa actividad solar causó una tormenta geomagnética de magnitud G5, la cual no se había registrado desde el año 2003. La tormenta solar también provocó auroras polares en zonas donde es poco común, tanto en el hemisferio norte como en el sur. Además, se emitieron alertas sobre posibles afectaciones en las comunicaciones, redes eléctricas, satélites, equipos de navegación y otras tecnologías.
La comunidad científica se mantiene vigilante ante la continuidad de esta intensa actividad solar, realizando monitoreo constante para prever sus posibles efectos sobre la Tierra y tomar las medidas necesarias para proteger las infraestructuras y tecnologías sensibles.
Esta nota fue realizada con la ayuda de Inteligencia Artificial.
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