¿Por qué los pelirrojos perciben el ambiente de forma distinta?
La mutación genética que hace a los pelirrojos más resistentes al frío y les brinda ventajas en la síntesis de vitamina D.
Solo el 2% de la población mundial, tiene el cabello pelirrojo. (Foto: Freepik)
La mutación genética que hace que las personas tengan el pelo pelirrojo está relacionada con una serie de características excepcionales y ventajas para quienes poseen este color de cabello único.
¿Cuál es la razón por la que los pelirrojos perciben el ambiente distinto?
Según investigaciones científicas, esta mutación del gen receptor de melanocortina 1 (MC1R) no solo determina el color rojo característico del pelo, sino que también influye en cómo los pelirrojos perciben el ambiente y cómo interactúan con el mismo.
La probabilidad de nacer pelirrojo es muy baja, representando apenas el 2% de la población mundial, lo que hace que este color de cabello sea bastante especial. Aunque, en el pasado, los pelirrojos enfrentaron prejuicios religiosos debido a la asociación con el pecado y el diablo, actualmente la ciencia ha demostrado que la variación genética que les otorga este rasgo es motivo de orgullo.
Según el biólogo David de Lorenzo, director del área de genómica personal de Nimgenetics, el color rojo del pelo es un efecto secundario de la mutación genética que permite a los pelirrojos interactuar de manera diferente con el ambiente.
Esta variación genética se asocia a la síntesis de melanina, el pigmento responsable del color del cabello y la piel. Por lo tanto, resulta curioso observar cómo estas personas perciben el ambiente de manera distinta.
Estas son las características más destacadas de los pelirrojos
Una de las características más destacadas de los pelirrojos es su capacidad para sintetizar vitamina D de manera más eficiente. Esta vitamina es fundamental en la formación de los huesos y tiene un papel crucial en la prevención de enfermedades como la osteoporosis, el raquitismo, la depresión y las enfermedades cardiacas.
Aunque su piel esté menos protegida debido a su menor producción de melanina, los pelirrojos producen más vitamina D en menos tiempo. Esto se debe a que necesitan una menor exposición al sol para obtener los niveles necesarios de esta vitamina comparados con personas de piel más oscura.
Esta capacidad para sintetizar vitamina D podría explicar por qué la población pelirroja es más común en el norte de Europa, donde la radiación solar es más baja. Según De Lorenzo, esta es una especie de "superpoder" que los portadores de la variación genética MC1R adquirieron hace miles de años a través de una selección positiva.
En el sur de Europa, con una mayor radiación solar, esta característica puede ser una desventaja ya que los pelirrojos son más propensos a quemaduras solares y a un mayor riesgo de melanoma debido a su delicada dermis.
Por otro lado, los pelirrojos también parecen ser más sensibles al frío. Un estudio realizado en la Universidad de Louisville encontró que las mujeres pelirrojas comienzan a sentir dolor alrededor de los 6°C, mientras que las mujeres de cabello oscuro solo lo sienten cuando la temperatura roza el punto de congelación.
Esta sensibilidad al frío podría considerarse una desventaja, pero en realidad hace que los pelirrojos sean más resistentes ante las bajas temperaturas. Esta característica les permite percibir y evitar el enfriamiento en ambientes de clima cambiante.
Además, se ha sugerido que las mujeres pelirrojas pueden tolerar hasta un 25% más de dolor que las mujeres de cabello oscuro, según un estudio de la Universidad McGill. Otro estudio realizado en la Universidad de Oslo encontró que las pelirrojas sienten menos dolor cuando se les pincha. Sin embargo, es importante destacar que estos estudios se han realizado en muestras de población reducidas y aún no hay suficientes investigaciones científicas para confirmar estas conclusiones.
En resumen, la mutación genética que hace que las personas sean pelirrojas tiene un impacto en diversas características y ventajas. Desde una mayor capacidad para sintetizar vitamina D en menos tiempo hasta una mayor sensibilidad al frío y posibles diferencias en la tolerancia al dolor. Estas peculiaridades demuestran cómo la genética modula el ambiente que percibimos y nos brinda una comprensión más profunda sobre la diversidad genética y sus efectos en el individuo.
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