¡Fin al misterio! Por esta razón las abejas mueren después de picar
Solo las abejas hembras, tanto las obreras como la reina, poseen un aguijón venenoso en el extremo de su abdomen.
Por esta razón las abejas mueren después de picar. (Foto de Dmitry Grigoriev en Unsplash).
Las abejas tienen una estrategia de defensa muy eficiente: utilizan su picadura venenosa para protegerse de los depredadores. Según la Animal Diversity Web, una base de datos en línea de historia natural animal, el aguijón de las abejas obreras contiene glándulas venenosas que se desprenden de su cuerpo al picar, ocasionando la muerte del insecto.
El objetivo de esta técnica defensiva es persuadir al depredador de que se aleje de su colmena y su miel. La coloración de las abejas, con franjas anaranjadas y negras, también funciona como una advertencia visual para reconocerlas como especies que pueden provocar picaduras dolorosas.
Solo las abejas hembras poseen un aguijón venenoso
La colonia de abejas melíferas está compuesta por miles de individuos trabajando en conjunto para construir y mantener su hogar. En el panal se encuentran la reina, las abejas obreras y los zánganos o abejas macho. Solo las abejas hembras, tanto las obreras como la reina, poseen un aguijón venenoso en el extremo de su abdomen.
La picadura de una abeja obrera puede ser realmente dolorosa, ya que su aguijón se desprende del cuerpo y queda incrustado en el objetivo. Este desprendimiento causa la muerte de la abeja, pero también provoca una picadura más dolorosa que logra persuadir al depredador de no acercarse más a la colmena.
¿Son peligrosas las picaduras de una abeja?
Es importante destacar que cuando una abeja obrera pica a un depredador, libera una feromona de alarma que alerta al resto del equipo para unirse en la defensa. De esta manera, el sujeto picado se convierte en el objetivo de las demás abejas, aumentando la eficacia de su técnica defensiva.
Cabe mencionar que una sola picadura no representa un peligro a menos que la persona o animal afectado sea alérgico al veneno de las abejas. Se estima que se necesitan alrededor de 20 picaduras por kilogramo de peso corporal para poner en peligro la vida de un ser humano.
La capacidad de las abejas melíferas para utilizar su picadura venenosa como método de defensa es impresionante y demuestra la eficacia de su trabajo en equipo para proteger su colmena.
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